A seis meses del cambio de Gobierno, son cada vez más los cuestionamientos hacia la cartera que conduce Agustina Vila. La pandemia dejó al descubierto y profundizó la crisis que el sector arrastra desde hace décadas. Problemas en la liquidación de haberes, la escasa relación con los docentes privados y la falta de respuestas.
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La Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires es, quizás, una de las áreas más complejas de liderar. Históricamente, la cartera es el epicentro de conflictos y tensiones, tanto internas como externas.
Es que no sólo tiene bajo su responsabilidad la gestión de las escuelas públicas, sino también de las privadas y en todas sus versiones (inicial, primaria, secundaria, adultos, rurales, técnicas, artísticas y especiales, entre otras).
Pero, a seis meses del cambio de Gobierno, son cada vez más los cuestionamientos hacia la cartera que conduce Agustina Vila, a quien responsabilizan por la falta de respuestas ante los reclamos que se apilan con el pasar de los días; y la pandemia, en este contexto, no hizo más que agravar la situación.
La demora en la falta de respuestas es atribuida a la interna que reina puertas adentro del Ministerio de Educación. Según pudo saber LaTecla.Info, la relación entre los y las funcionarias de primera línea no es la mejor.
“Tenés la gente de SUTEBA, el mundillo de Fernando Gray (intendente de Esteban Echeverría); el de Mariano Cascallares (intendente de Almirante Brown); y de kircnerismo puro. En un ministerio tan complicado, no es joda. Los está sosteniendo la pandemia”, aseguraron desde un sector de la oposición.
Para Juntos por el Cambio es el sindicato de Roberto Baradel el que realmente maneja los hilos del Ministerio, dejando en un claro segundo plano a la actual Directora de la cartera. “El gremio es quien gobierna el Ministerio. Les entregaron las áreas de designaciones. Van a pagar el aguinaldo en cuotas y no sacaron ni un panfleto. Es llamativo”, dispararon.
Hay que recordar que la relación entre el Frente de Unidad Docente y el gobierno de María Eugenia Vidal fue de tensión constante a partir de las interminables negociaciones paritarias. En 2018, por ejemplo, el gremio docente y el Ejecutivo ni siquiera llegaron a un acuerdo en todo el año.
Pero los dardos hacia la gestión de Agustina Vila también provienen desde el mismo seno del Frente de Todos y lo atribuyen, en primer lugar, a la soberbia de las propias autoridades y, en un segundo plano, a los pocos cambios de nombres desde el inicio del Gobierno de Axel Kicillof.
“Hay una mora en la toma de decisiones, en las respuestas y en la gestión. Si no tenés nada para mostrar, le das herramientas a la oposición para criticar. No ha habido cambios con muchos de los funcionarios que fueron de Cambiemos, sobre todo en el área de administración. Gran parte de los inspectores, son los mismos que los anteriores”.
Con la Legislatura, directamente, ya no hay conversación. Esto, por supuesto, generó gran malestar, tanto dentro del bloque oficialista que pretendía una relación directa, como de la oposición que también busca soluciones para los suyos. Semanas atrás, por caso, JxC solicitó 10 órdenes técnicas (personas con cargos educativos que pasan a ser asesores de legisladores, pero conservan sus salarios de Ministerio). No hubo respuesta.
En medio de este escenario, presentó su la Directora provincial de Consejos Escolares, Victoria Iommi. Según trascendió, la funcionaria estará en su cargo hasta el 1º de julio, para luego continuar “desde otro lugar, acompañando este proyecto político”.
De acuerdo a lo anunciado por el propio Ministerio de Educación, Marianela Páez, actual directora de Administración de Consejos Escolares y apoderada de Kolina -la agrupación que lidera Carlos Castagneto-, asumirá el cargo que queda vacante; mientras que el lugar de Páez será ocupado por el contador Juan Manuel Lanchini.
Cabe recordar que días atrás, desde Juntos por el Cambio, enviaron una Carta abierta de los Consejeros Escolares de la Provincia de Buenos Aires, a la Directora General de Educación, Agustina Vila, en la que advertían la falta de “acercamiento de diálogo con ninguno de los Consejeros opositores”.
Asimismo, apuntaron sobre la falta de claridad en la ejecución del Plan de Infraestructura escolar, la continuidad indefinida del plan PIEDAS, y los injustificados retrasos en la jubilación digital. Por eso, solicitaron una reunión con la ministra Vila. Para sorpresa de pocos, no tuvieron respuesta.
Los reclamos
Uno de los problemas que destapó la olla fue el cambio de sistema de liquidaciones a cargo de la Dirección de Escuelas que provocó inconvenientes para el pago de sueldos a docentes y el cambio del responsable de Recursos Humanos.
El tema se agravó tras la demora de las altas a docentes privados y el retraso en subsidios que ponen en peligro de cierre de miles de escuelas de gestión privada que, tras la declaración del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), no pueden hacer frente a los innumerables gastos.
En diálogo con LaTecla.Info, desde el Ministerio señalaron que las modificaciones en el sistema se debieron a la necesidad de avanzar hacia un sistema digital de liquidaciones. “Hasta el momento se hacía en papel y la dinámica del cambio generó retrasos. En el contexto de la pandemia, además, se hizo necesario instrumentar el teletrabajo”, apuntaron desde el entorno de Vila.
Pero lo cierto es que el enojo de los docentes de gestión privada no sólo se debe a un cambio en la metodología de pago, sino en que la falta de respuestas inmediatas ante la crisis que generó la cuarentena decretada para frenar el avance del Covid-19.
“Desde que inició la gestión, la Ministra no recibió a los miembros del Consejo Consultivo de Gestión Privada. Durante la pandemia, también pidieron una reunión por la crisis económica y lo cierto es que tuvieron mucha más cercanía con Nación”, aseveró a este medio el diputado de Juntos por el Cambio Sergio Siciliano, quien fue subsecretario de Educación durante los cuatro años de gestión de María Eugenia Vidal.
“Dicen que los ATP no les alcanzan. Tampoco se les postergaron los pagos del IPS, nada. Están muy enojados porque, además, nadie dice qué va a pasar con los alumnos. ¿Cuántos chicos se quedaron sin matrícula en lo que va de la pandemia? No hay un plan, tampoco con el tema de las evaluaciones cuando salgamos de esto. No hay una sola certeza y las escuelas tienen que tener previsibilidad”, añadió el legislador.
Desde el Ministerio, por su parte, aseguraron que el Consejo Consultivo de la Dirección de Educación de Gestión Privada se reúne una vez por mes y que el diálogo con las autoridades está en proceso. En efecto, quien generalmente los recibe, es la subsecretaria de Educación, Claudia Bracchi. Con Vila no hay contacto.
La ministra, de extremo bajo perfil, tampoco tiene relación con los medios de comunicación, a los que no les ha concedido entrevistas. “Es una funcionaria de mucha gestión, que va a fondo con todos los problemas, muy comprometida”, dicen desde la cartera.
A través de una carta, el bloque de Juntos por el Cambio, comandado por Maximiliano Abad, solicitó la presencia de Vila en Diputados, aunque sea de manera remota, para dar respuesta a todas estas inquietudes, tal como ya lo hizo la Ministra de Trabajo, el Ministro de Justicia, el de Infraestructura. Aún no tuvieron respuesta.
Según pudo saber LaTecla.Info, el próximo miércoles 1 de julio a las 15.30 se llevará a cabo una nueva reunión de Comisión de Educación de la Cámara baja, presidida por el massista Pablo Garate. Vila no estará presente y sólo se tratarán los temas que propongan los diputados, aunque esperan que la ministra asista en los próximos días.
El propio diputado Garate impulsó una iniciativa llamada “Escuela x Escuela” en la que visita virtualmente directivos de escuelas que quieran hablar, tanto de la pandemia como de lo que ocurrirá después.
“Nos hemos juntado con escuelas públicas, privadas, agrarias y especiales. Desde mi punto de vista, hay muchos más problemas que los que se reconocen con el tema de la conectividad. No es lo mismo una escuela del Conurbano, que una del interior en la que los cuadernillos no llegan a tiempo por la distancia. Las directoras están preocupadas por el momento de la liberación. Nadie dice que el año está perdido, pero algo se perdió”, reveló el legislador del Frente de Todos.
Hace tres días, el ministro de Educación nacional, Nicolás Trotta, presentó un protocolo para el regreso a las aulas después de las vacaciones de invierno, en aquellas provincias con escasa o nula circulación del virus. Es decir, no en Buenos Aires. En la Provincia, todavía, reina el silencio.