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Argentina
9 de enero de 2022
LA TECLA PATAGONIA

Alerta verano: incendios que no dan tregua y políticas que resultan insuficientes

La región atraviesa una sequía histórica. El riesgo de siniestros aumenta considerablemente año tras año, pero las inversiones y los recursos no siguen el mismo ritmo. Un problema recurrente que requiere soluciones inmediatas.

Alerta verano: incendios que no dan tregua y políticas que resultan insuficientes
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Por Mariela Branda (vía La Tecla Patagonia)

El verano es sinónimo de incendios en la Patagonia argentina. Cada año, el fuego consume cientos de hectáreas con bosques nativos provocando daños ambientales que tardan años en ser reparados.   

Particularmente este diciembre y lo que va de enero ha sido devastador para la región, que aún no logró recuperarse de los siniestros de marzo pasado. Tal es la gravedad que el Consejo Federal de Medio Ambiente declaró la emergencia ígnea en todo el territorio nacional.   

Ante esta situación y más allá de las condiciones climáticas, hay diversas estrategias que  deben implementarse no solamente para prevenirlos sino para contenerlos de una manera más rápida y efectiva. Las preguntas que caben son varias.  ¿Qué se hace para prever estas situaciones? ¿Se invierte lo necesario? ¿Se planifica? ¿Quiénes son los responsables?   

Cuadro de situación   

Durante el año 2021, se quemaron más de 302.000 hectáreas con diferente tipo de vegetación en la Argentina. En Río Negro, los incendios de vegetación afectaron 20.381 hectáreas. En Neuquén, se quemaron 1.350 hectáreas; en Chubut en marzo pasado más de 500 familias perdieron viviendas por el fuego en la zona de El Hoyo y Lago Puelo. Murieron tres personas. En esa provincia en los recientes focos registrado al norte de Puerto Madryn se quemaron alrededor de 90.000 hectáreas con flora y fauna autóctona.  

Las altas temperaturas, la precariedad de los servicios públicos; las tormentas eléctricas, y la mano del hombre, son las principales causas de los focos de incendios. La región atraviesa una sequía inaudita que complica mucho la situación. El escenario para el verano no es alentador. 

El secretario de Control y Monitoreo Ambiental del Consejo Federal del Medio Ambiente, Sergio Federovisky describió la situación: “Estamos frente a un escenario que puede tender a repetirse de manera recurrente en el tiempo, es decir, un periodo de sequías prolongadas, de corrimiento de las temporadas secas en cada una de las estaciones, de temporadas sin lluvias. Muy probablemente, como resultado del cambio climático, puedan presentarse temporadas de fuego a lo largo de todo el año, situación que implica un abordaje muy diferente al que veníamos teniendo hasta ahora”.  

Asimismo, el funcionario explicó que en este contexto “que se está instalando en materia ambiental vinculado al fuego” para lo cual será necesario “en un futuro cercano trabajar con un énfasis diferente y más profundo en las políticas de prevención” y declaró: “Las políticas del combate contra el fuego en situaciones climática adversas y con tanto material combustible en el suelo, resultan ineficientes más allá de todos los recursos a disposición que se pongan”, y agregó: “Por lo tanto, la necesidad de trabajar en la prevención es esencial, entendiendo por esta acción, la reducción de las condiciones que favorecen la llegada y la posterior propagación de los incendios una vez que la temporada de fuego ya está lanzada”, culminó.   

El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, que conduce Juan Cabandié, dio a conocer datos comparativos de superficie afectada por el fuego —en hectáreas anuales— para el período 2017-2021. Los números surgen de un análisis realizado por el Sistema Nacional del Manejo del Fuego (SNMF) con base en reportes oficiales informados por las provincias.  

Según las estadísticas, en 2021 se registró la menor cantidad de hectáreas afectadas por incendios forestales de los últimos cinco años, las que llegaron a ser aproximadamente 330 mil hectáreas. Esto representa una reducción de más del 70 % con respecto al 2020 —800 mil hectáreas menos—.  

Asimismo, se indica que en 2017 se vieron afectadas 1,9 millones de hectáreas; en 2018 los datos arrojaron un total de 1,1 millones; y en 2019 la cifra disminuyó a cerca de 500 mil.  

Prevención e inversiones   

Las provincias de la región cuentan con áreas específicas y destinan recursos para dos cuestiones fundamentales: la prevención y el combate del fuego. Sin embargo, ante las condiciones climáticas cada vez más adversas, lo invertido resulta poco. Deben requerir además, ayuda de Nación en situaciones puntuales mediante el Servicio Nacional del Manejo del Fuego, que lo integran todas las jurisdicciones del país. 

Las acciones para combatir los focos ígneos son coordinadas por el Servicio Nacional del Manejo del Fuego, que en el Presupuesto 2021 contaba con fondos por $ 282.876.383, lo que implicaba una pérdida del 42,9% con respecto a 2019 en términos reales. En marzo 2021, tras los atroces focos en la zona de la Comarca Andina,  el Gobierno aprobó ampliación presupuestaria que le asignó al SNMF una partida extra correspondiente a una contribución obligatoria del 3 por mil de las primas de seguros, lo que elevó el presupuesto total del área a $ 3.058 millones. 

El año pasado el Servicio Nacional de Manejo del Fuego ejecutó un presupuesto directo por alrededor de $ 433 millones. Dicho programa ahora se financió mediante el nuevo impuesto a todos los seguros que recaudó $ 1.438 millones. El Presupuesto 2022 le asigna apenas $ 1214 millones cuando le corresponderían, según la Ley de Bosques, más de $ 45.000 millones. El cálculo para este año asigna  el 3% de lo que le correspondería a la Ley de Bosques y ello afecta los montos asignados a cada provincia. La información fue dada a conocer por la Fundación Vida Silvestre.   

“Fundación Vida Silvestre expresa su preocupación por la falta de fondos para la protección de los bosques nativos de Argentina. Si bien el monto en pesos es el mismo que se asignó en el 2021, el porcentaje disminuye en comparación al presupuesto anterior y se trata del más bajo desde la implementación de la Ley 26.331 en el año 2009”, sostiene el comunicado difundido.   

El Artículo 18 del proyecto del Ejecutivo, determina que se asigna al Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos un monto de $1.212.415.000 (mil doscientos doce millones cuatrocientos quince mil pesos) y al Programa Nacional de Protección de los Bosques Nativos un monto de $120.000.000 (ciento veinte millones de pesos). Sin embargo, el presupuesto estipulado corresponde apenas al 3% de lo que debiera destinarse para la protección de nuestros bosques, si la ley se cumpliera correctamente.  

“El monto total asignado a la Ley, luego se distribuye a las provincias de manera proporcional según distintos factores, entre los que se encuentra la cantidad de hectáreas de bosques que posee cada una de ellas. (…)Sin el adecuado estímulo financiero, las provincias se ven imposibilitadas de fortalecer su capacidad de fiscalización, control y vigilancia”, agregan desde Vida Silvestre.   

Los incendios en Patagonia se repiten cada año y se podrían evitar o al menos disminuir sus consecuencias sobre los bienes y las personas, sostuvo el investigador del Conicet,  Guillermo Defossé, en una reciente entrevista publicada por el diario Río Negro.   

“El problema de los incendios no se resuelven solo con pensar en más brigadistas, más camiones y más equipamiento. Se necesita en principio abordar el problema en base a la evidencia científica. Por cada dólar que se invierte en la prevención, se pueden ahorrar 50 dólares que se gastan en la supresión de incendios de vegetación”, sostuvo el experto.   

Los incendios que más afectan a los seres humanos son los que se desarrollan en áreas que están entre las ciudades y los bosques. Técnicamente, se llaman áreas de “interfaz urbano-rural”. Esta definición le cabe al área donde ocurrieron incendios en marzo pasado en la zona de Epuyén, El Hoyo, Lago Puelo y Cholila en los alrededores de El Bolsón. Allí deben aplicarse tareas diarias de mantenimiento y prevención. Algunas son sencillas y tienen que ver con las conductas que quienes habitan en zonas boscosas; otras están a cargo del Municipio y/o la provincia, por ejemplo la poda de árboles cercanos a líneas de tensión. La precariedad de los servicios públicos en estas zonas suelen ser una complicación. Es habitual que en localidades como El Bolsón y/o Lago Puelo, se corte de luz de manera preventiva para evitar incendios.  

Pedido de informes  

El diputado nacional de Juntos por el Cambio. Matías Taccetta, presentó un proyecto junto con la diputada Ana Clara Romero, solicitando que se declare zona de desastre y de emergencia ambiental, económica, social y productiva el departamento de Biedma en la provincia de Chubut.

 En los últimos días, la región sufrió las consecuencias de un incendio devastador, arrasando con cientos de hectáreas de áreas naturales protegidas y declaradas patrimonio natural de la Humanidad por la UNESCO, provocando cuantiosas pérdidas materiales, daños en familias, poblaciones, turismo y fundamentalmente un incalculable pasivo ambiental. Gran parte de la flora y fauna ha desaparecido, miles de productores se han visto afectados por las grandes llamas, y se estima que las pérdidas fueron millonarias. 

Al mismo tiempo, Taccetta, tiene listo otro pedido de informes – que presentaría en las próximas horas- al Ministerio de Ambiente de la Nación para que brinde detalles sobre planes de acción e inversiones realizadas por el Servicio Nacional de Manejo del Fuego, medidas de prevención, pérdidas materiales ocasionadas. 

“La preocupación es altísima no solamente en la provincia de Chubut sino en toda la zona cordillerana. Son cinco años en los cuales tenemos incendios constantes. Uno pide previsión no solamente al gobierno nacional sino también al provincial y a los municipales. Hoy esto no existe”, sostuvo Taccetta en diálogo con La Tecla Patagonia.  

En este sentido agregó: “Se ha creado un impuesto durante los últimos años para reunir más fondos para el manejo del fuego. Uno pensó que con ese fondo las cosas iban a cambiar. Lamentablemente esto no pasó. Hoy los incendios los termina apagando la lluvia, es lamentable. Dependemos de las condiciones climáticas”, dijo el Legislador.  

“En el Parque Nacional Los Alerces, declarado patrimonio de la humanidad, tuvimos en los últimos años tres incendios devastadores. Con gran cantidad de bosque nativo incendiado, con un daño ambiental importante y daños casi irreversibles. La zona tardará cerca de 50 años en recuperar las especies perdidas. No se está trabajando bien y de manera articulada. Los bomberos ponen todo, pero se ven sobrepasados”, indicó.  

Respecto a las declaraciones de Cabandié y al informe difundido desde su cartera, Taccetta dijo: “Tenemos que lograr que no haya incendios o al menos que afecten lo menos posible. No tiene sentido andar compitiendo y viendo si a un Gobierno se le incendiaron más hectáreas que al otro. En 2022, en dos días se han quemado 90 mil hectáreas en el departamento de Biedma. Hay que dejar la pelea política y ponernos del lado de lo que necesita la comunidad”. 

Por otra parte, la presidenta de la UCR y residente de Lago Puelo, Jacqueline Caminoa, se refirió también al estado de situación en su localidad y alertó que “si no hay inversiones prontas es una bomba de tiempo”.  

En diálogo con La Tecla Patagonia, Caminoa expresó: “Nunca tuvimos un diciembre como el que pasó. La sequía se hace sentir cada vez más en la zona. Esto debería alarmarnos y motivar para que sean más los recursos destinados al áres y más las inversiones. El servicio eléctrico en Puelo es muy precario y ha generado incendios, por ejemplo. Esto se puede prevenir. Hoy no se está haciendo nada”, señaló la radical.  

“Además esto afecta no solamente a los habitantes de la región sino también al turismo. Hoy tenemos una gran cantidad de turistas expuestos a esta situación. Tiene que haber inversión primero en los servicios públicos, podas, mantenimiento. Y después en esta zona donde hay interfaz, debemos tenemos medios aéreos a disposición inmediata, no podemos estar esperando horas o días a que lleguen de otros lugares”, agregó Caminoa.    

En tanto, desde la Federación de Bomberos de la provincia de Chubut, emitieron un comunicado sobre la situación que atraviesan. Bajo el título "Otra Oportunidad Perdida", la entidad  emitió un duro comunicado con críticas hacia Nación y Provincia. 

A pocos días de conmemorarse el próximo 21 de enero un nuevo aniversario de la pérdida de 25 bomberos en un luctuoso incendio ocurrido en 1994 también al norte de Madryn, la Federación sostuvo que "no podemos repetir la historia".

"Es necesario que el Servicio Provincial de Incendios Forestales, el Servicio Nacional del Manejo del Fuego o la Dirección General de Defensa Civil de la Provincia desarrollen una brigada específica para incendios de pastizales en la meseta. El trabajo coordinado debe ser práctica y no una declamación para un acto. Los medios son escasos y es necesario el trabajo y la intervención planificada en conjunto", expresaron. 

Cambio de paradigma 

El secretario de Bosques de la provincia de Chubut, Rodrigo Roveta, destacó el trabajo coordinado entre las provincias de la patagónica en relación a esta problemática y aseguró que desde Provincia se amplió el presupuesto destinado al área.  

En diálogo con La Tecla Patagonia, Roveta, aseguró: “Estamos reforzando el trabajo regional con una fuerte articulación con el resto de las provincias de la zona. Estamos trabajando en una agenda de prevención para convertirla en una política de estado. Habitualmente y en todos los ámbitos en esta área, los recursos están volcados a las acciones de respuesta, esto tiene que estar, pero es necesario hacer un cambio de paradigma y fortalecer las acciones de prevención. Cuando hablamos de prevención no solamente nos referimos a campañas de concientización o de educación ambiental sino a prevención activa del manejo del ambiente, planificar el uso del territorio, manejo de los combustibles, manejo en zonas de interfases urbano – forestal, etc”.  

“La Provincia tiene el Servicio Provincial del Manejo del Fuego que tiene en presupuesto, en recursos humanos, alrededor de 500 millones de pesos anuales. Es una fuerte inversión en recurso humano destinado específicamente a estas actividades. Esto se está fortaleciendo con presupuesto provincial para lo que son recursos operativos. En el presupuesto 2022 va a haber un fuerte incremento de recursos no solo para fortalecer el equipamiento sino también para afianzar programas de prevención”, culminó Roveta.  
 

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