Hoy es el último día de Eduardo Grinberg como presidente del Tribunal de Cuentas de la provincia de Buenos Aires. Comienza a partir del 1ro de marzo, un período de acefalía del organismo hasta que pueda haber acuerdo para definir un sucesor.
Según pudo saber La Tecla, el viernes pasado Grinberg envió un informe sobre sus 35 años al frente del Tribunal al gobernador Axel Kicillof y a la vice, Verónica Magario.
Hasta tanto no se elija un nuevo presidente del Tribunal de Cuentas, se estima que para cubrir el cargo momentaneamente, la Corte Suprema de la provincia de Buenos Aires sortee un camarista.
Mediante el decreto 1183, publicado en el Boletín Oficial el 23 de diciembre de 2021, el Gobierno bonaerense aceptó "la renuncia para acogerse a los beneficios jubilatorios del Dr. Eduardo Benjamín Grinberg a partir del 28 de febrero de 2022, al cargo de Presidente del Honorable Tribunal de Cuentas en el que fuera oportunamente designado por Decreto N° 795/87".
Asimismo, agradecieron "los valiosos servicios prestados en el desempeño de su cargo". En esa línea, en los fundamentos señalaron que "es importante destacar que el mismo ha honrado con su labor y dedicación a esta provincia de Buenos Aires".
La puja
La sucesión para la presidencia del Tribunal de Cuentas, cargo de carácter vitalicio, encuentra trabas entre oficialismo y la oposición en el Senado, ámbito que debe dar el aval para la propuesta del Ejecutivo.
Kicillof propuso a fin de año a Federico Thea, ex secretario general de la Gobernación y uno de sus hombres de confianza. Incluso, el ex rector de la Universidad Nacional de José C. Paz fue reemplazado en su cargo en el gabinete bonaerense, a la espera de la posible llegada al Tribunal.
Sin embargo, el bloque de senadores de Juntos, mayoritario en la Cámara alta, no convalidó su designación. El rechazo viene a raíz de que el cargo es tradicionalmente destinado a la oposición.
Informe Grinberg
Grinberg envió a Kicillof y a Magario, titulares de los poderes Ejecutivo y Legislativo, respectivamente, un informe sobre sus 35 años de gestión en el Tribunal de Cuentas de la provincia de Buenos Aires, organismo a cargo de supervisar la actividad económica del estado provincial y los municipales.
"A 35 años de aquellos primeros tiempos de mi gestión, siento una profunda satisfacción por los logros alcanzados. Nos propusimos objetivos muy ambiciosos y se fueron concretando. Hoy parece normal contar con un plazo promedio para los Estudios de las Cuentas de aproximadamente 13 meses a partir del envío del cierre de ejercicio de la cuenta a aprobar, pero debo advertirles que ello no fue siempre así", señaló Grinberg en su reporte.
En el repaso, el funcionario saliente destacó los avances en materia tecnológica, la especialización del personal y la carrera, acuerdos con otras entidades y organismos, mejoras y fortalecimientos del control, compromiso con las cuestiones de género y con la apertura a la ciudadanía.
"Durante mi gestión de 35 años acuñé el lema que se inspira en tal convicción, de que gestión y Control constituyen el anverso y el reverso de la misma moneda”, afirmó.
Y cerró: "Mi última reflexión sobre el futuro, es la necesidad de una inevitable actualización legislativa que otorgue al Organismo, de manera firme e incuestionable, la consolidación de las funciones que a lo largo de estos años, por impulso propio, pero contando con el respaldo jurídico apropiado, la asistencia de expertos y de los Organismos Multilaterales de Crédito, se fueron incorporando para colocar al Organismo en el nivel de desarrollo y excelencia profesional adecuados al cumplimiento de una Misión esencial para el sistema democrático de gobierno y la promoción de la calidad institucional".
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