Crecen los delitos en la Provincia: ¿quién le pone el cascabel al gato?

La crisis económica incrementa los niveles de pobreza y configura un terreno fértil para que los delitos se disparen en gran parte del territorio. El Conurbano bonaerense arrastra un problema estructural en cuanto a la seguridad y requiere de la articulación entre Provincia y Nación. 

El clima tenso en medio de la disputa política genera pocas respuestas por parte de las autoridades. La ola de asesinatos y robos durante el primer mes del año conmovió a la provincia de Buenos Aires. 

El crimen de Tomás Tello Ferreyra en Santa Teresita, el femicidio de Yamila García en Ingeniero Budge, el robo de un patrullero en Olivos y el aberrante homicidio de Umma, la niña de nueve años hija del oficial de la Policía Federal Eduardo Aguilera, en Villa Centenario, fueron algunos hechos que marcaron el termómetro.

 Los intendentes bonaerenses, tanto oficialistas como opositores, continúan son sus reclamos históricos de mayor presencia policial y de recursos. El pedido es tanto para el Gobierno de la provincia como para el nacional. 

Ante esta situación, el ministro de Seguridad, Javier Alonso, visitó dos municipios del Conurbano que son gobernados por jefes comunales del PRO: Tres de Febrero (Diego Valenzuela) y San Isidro (Ramón Lanús).

Los alcaldes expresaron sus demandas y esperan acciones al respecto. La ministra Patricia Bullrich generó malestar en los jefes comunales al colmar de fuerzas federales el Congreso, mientras el narcotráfico avanza en los barrios más pobres del país.