Luego de recibir a Federico Storani en la Casa Rosada, el jefe de Gabinete Marcos Peña tenía previsto un encuentro a solas con el dirigente Ricardo Alfonsín para intentar apaciguar las internas y evitar fugas hacia el espacio que teje el execonomista Roberto Lavagna. Sin embargo, se suspendió.n
El encuentro estaba pautado para este miercoles, pero fue pospuesto por cuestiones de agenda. Al parecer, según supo LaTecla.Info, se trataría la semana que viene.
La voluntad del gobierno nacional es que la UCR ratifique en una Convención Nacional la decisión tomada en la ciudad de Gualeguaychú en 2015, cuando el partido decidió formar un frente común con el PRO y la Coalición Cívica.
"Mi visión es que hay una demanda social muy fuerte para un tercer espacio que trate de superar eso. Lo atractivo de la propuesta de Lavagna es que él plantea la necesidad de un gobierno que encuentre denominadores comunes que nos permitan salir de la crisis", dijo Storani luego del encuentro con Peña, a pesar de que debió admitir que "es cierto que aún no ha confirmado su candidatura".
La semana que viene, en tanto, será el turno de Alfonsín. Desde hace un tiempo, el hijo del expresidente cuestiona en duros términos las políticas de ajuste que llevaron adelante desde el Gobierno nacional, y pide una “radicalización” de la UCR, en la que sus dirigentes retomen los ideales básicos del centenario partido.
No son pocos los dirigentes que acompañan esta postura y, de poder hacerlo, abandonarían Cambiemos en las próximas elecciones. Es cierto que el escenario provincial es muy distinto al nacional.
El próximo 18 de mayo, la Convención radical bonaerense se reunirá en Brandsen para definir su estrategia de alianza jurisdiccional y se espera que se ratifique la pertenencia a Cambiemos. Es bien sabido que el vicegobernador Daniel Salvador se mantiene alineado a la gestión de María Eugenia Vidal y busca renovar el cargo por otros cuatro años.
Por ejemplo, en Nueve de Julio, el exintendente Walter Battistella prepara un partido vecinal para competir por afuera. En 2015, el por entonces alcalde ya se mostraba molesto con el acuerdo con el Pro, e incluso deslizó algún que otro elogio para Daniel Scioli.
En tanto en Pergamino, el ex jefe comunal y exdiputado nacional Héctor “Cachi” Gutiérrez arrancó a principios de febrero con una fuerte campaña de afiliación a la UCR y, en lo que respecta a la gestión local, suele mostrarse más duro que el kirchnerismo.
Claro, el intendente es el macrista Javier Martínez y, al igual que en Nueve de Julio, será erigido como el único postulante de Cambiemos. Desde el entorno de Gutiérrez sueltan que el exlegislador podría ser parte del futuro armado de Lavagna.
En Quilmes, distrito liderado por el Pro, el diputado oficialista Fernando Pérez, exfuncionario del jefe comunal, Martiniano Molina, aún no se decide a despegarse del todo. Sabe que no habrá PASO oficialista y le quedan dos años más en la banca. Por ahí pasa la duda. De todos modos, ya desplegó varios carteles con la leyenda “Fernando Pérez 2019”. Los mismos son de color violeta, nada que ver con Cambiemos. Por estos lares, también aguardan por las definiciones del exministro de Economía de Duhalde y Kirchner.
En Olavarría, distrito más poderoso de la Séptima, el intendente, Ezequiel Galli, no tiene muy buena onda con la nueva conducción del radicalismo. Tanto que el extitular del Concejo, Franco Cominotto, dijo que el vínculo asciende al “cero por ciento”. “Si no se pueden conciliar posiciones, que la gente diga con su voto cuál es el candidato y posición que prefiere”, resaltó el referente radical.
Algo similar sucede en Bragado. La diferencia radica en que los rojiblancos ya eligieron a su postulante: nada más y nada menos que el ex jefe comunal (tres períodos) Orlando Costa.
Por su parte, el radicalismo de Pinamar, representado por los concejales Lucas Ventoso y Augusto Urrizola, empieza a querer marcarle la cancha al intendente, Martín Yeza.
Sobran los ejemplos a lo largo y ancho de la Provincia. La situación económica, los tarifazos y las encuestas que no les dan para nada bien a los cabezas del Pro llevan a los radicales a animarse a tirar para adelante.
Entre ellos, los boinas blancas de La Matanza, el distrito peronista en el que, supuestamente, se definen los comicios bonaerenses.
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