7 de marzo de 2013
MAS CARGA IMPOSITIVA
Scioli bajo presión de los ultra K
Los legisladores más alineados con la Rosada instalan la necesidad de cobrar nuevos impuestos al sector agroexportador, al juego y a los dueños de grandes propiedades. En el Ejecutivo aseguran que se está al límite de la carga impositiva. La cuestión política
“Todos los cambios que impulsamos son posibles por el esfuerzo de los contribuyentes, de los emprendedores, de las Pymes, de los productores del campo, de los comerciantes, de los industriales y de todos los que, con su trabajo, le ponen el hombro a Buenos Aires pagando los impuestos”, dijo Daniel Scioli en la Asamblea Legislativa.
El gobierno bonaerense considera que la presión tributaria no puede ser más alta. Ya había adelantado Scioli que no pensaba incrementar, por ejemplo, el impuesto a los Ingresos Brutos. Y para la administración provincial, salvo algunos ajustes específicos para los cuales Arba se encuentra facultada, es prácticamente imposible aplicar nuevos gravámenes o subir los existentes.
Pero en la Casa Rosada no lo ven así, y creen que hay sectores sobre los cuales se podría recargar impositivamente. Por eso, en el Senado bonaerense, a cargo de Gabriel Mariotto, se estudian posibles alternativas para que Scioli las aplique antes de reclamar asistencia financiera a la Nación. Las llaman “hacer los deberes”.
Buscan meter presión al Ejecutivo, aunque el método aún no estaría del todo definido. Uno de los caminos es presentar y aprobar leyes de motu proprio. Otro, quizá el buscado para comprometer al Gobernador políticamente, es llevarle las recomendaciones, exponerlo e intentar obligarlo a presentar los cambios requeridos.
“El Inmobiliario Rural está aportando 1.600 millones de pesos, y 61 mil los Ingresos Brutos. Vemos en el patrón de análisis desde 2003 a 2012 cómo han crecido exponencialmente los Ingresos Brutos, y cómo se han estancado los sellos, el impuesto Au-tomotor, el Inmobiliario Rural y el Inmobi-liario Urbano en el impacto de los aportes. Tenemos que ser creativos, tenemos que recaudar mejor y tenemos que gastar también mejor”, sostuvo Mariotto durante el Segundo Plenario de Políticas Públicas que encabezó en Luis Guillón.
La idea del vicegobernador la ratifican en estas páginas los senadores Emilio López Muntaner y Eduardo Ancona, y algo ya anunció a sus pares de Di-putados Fernando “Chino” Navarro. De to-dos modos, no será fácil en la Legislatura aprobar nuevos o retocados impuestos. Vo-ces de la oposición, y del propio oficialismo, se muestran contrarias a más ajustes tributarios; incluso no hay coincidencia en si Scioli tiene verdaderamente otras herramientas para paliar el déficit.
Las áreas a las que se apunta son, otra vez, el campo, el juego y los propietarios de bienes suntuosos o grandes extensiones. La táctica más probable será elaborar propuestas y acercárselas a Scioli, para que sea quien las lleve adelante. Así, si bien habría un principio de consenso entre ambos poderes, queda para el Ejecutivo el costo político; porque de eso también se trata. Sin más, un legislador K reconoció en el sector agrario un electorado reticente a la Presidenta pero no tan alejado de Scioli.
Las agrupaciones del campo, sin embargo, critican al mandatario. “Hay bronca con el Gobernador y su gobierno por la revaluación de tierras”, dijo esta semana, Guillermo Gianassi, titular bonaerense de la Federa-ción Agraria Argentina. “De cada 100 pesos que factura el campo, deja 80 en la suma de los Estados provincial, nacional y municipal. Con los 20 pesos que quedan no puede seguir trabajando”, reflexionó el legislador Jorge Srodek. La idea es apuntar al sector agoexportador, pero es segura una reacción fuerte de las entidades agrarias.
Entre las discusiones se habla de estatizar el juego o bajar sus ganancias a través de gravámenes más altos. “Cuando hay que echar mano a algo, se le echa mano al juego, pero pensemos que el juego ya adelantó 500 millones de pesos para terminar el año pasado; no hay mucho más para sacar”, expresó Mauricio D’Alessandro. De todos modos, el diputado de Unión Celeste y Blanco considera que podría haber más carga sobre los pudientes, porque, “por el revalúo rural, los terratenientes pu-sieron 200 millones, y 800 millones puso la gente común, por vía del aumento a los Ingresos Brutos”.
La presión le llegaría a Scioli en las próximas semanas, más allá de recibir promesas o no de Nación para cerrar salarios. Pero el gobierno bonaerense preferiría discutir otros recursos antes que impuestos.
“Después de diez años de crecimiento se ha abierto un marco diferente, mucho más propicio para discutir cuestiones vinculadas a cómo se reparte la renta federal fiscal entre la Nación, las provincias y las intendencias; por ese lado tiene que venir la solución”, dijo a La Tecla el presidente del grupo Bapro, Santiago Montoya. Resume el pensamiento de Scioli y su equipo. Los K, en cambio, analizan una estocada más en medio de la puja política.