22 de abril de 2015
HABLAN LOS ENCUESTADORES
La guerra de las encuestas y las diferencias
Son pocas las encuestas que coinciden en cuanto a los resultados. Los autores explican los motivos. Dicen que las metodologías utilizadas tienen que ver, pero también reconocen que se “tocan” los números
La batalla de las encuestas está instalada. A diferencia de previas electorales anteriores, aparece un sondeo prácticamente todos los días. ¿Los resultados son los mismos? No, muy por el contrario, los números resultan ser bastantes disímiles. En unos gana Scioli; en otros, Macri; y en los restantes, Massa.
El primer porqué al que acuden los en-cuestadores radica en las diferentes metodologías utilizadas. Coinciden en que no es lo mismo un sondeo presencial que uno telefónico. Y en este último grupo diferencian a los realizados con el método IVR, que consiste en un sistema telefónico capaz de recibir una llamada e interactuar con la persona a través de grabaciones de voz y el reconocimiento de respuestas simples, como “sí”, “no” y otras.
De todos modos, no esquivan a la principal crítica o cuestionamiento, y hasta incluso algunos lo reconocen: los números se to-can. Eso sí, cada uno recalca que el que lo hace es el otro. “Te vamos a decir que algunos hacen eso, pero yo no. Algunos andan haciendo travesuras, pero yo no. Nadie se va a inculpar. Existe y está mal, pero más no te puedo decir”, reflexiona Federico González, de González y Valladares Consultores.
“Algunos encuestadores también creen que el candidato que va primero en las en-cuestas es el que gana la elección, y por eso las tocan; y en los hechos no hacen más que generar una profunda desconfianza sobre nuestra profesión y generar tales ruidos y confusiones que finalmente hacen profundizar más la creencia de que todas las encuestas están dibujadas”, sostiene Hugo Haime, de Hugo Haime & Asociados.
“Es tan arbitrario decir que las encuestas son truchas como que todos los periodistas son coimeros. Los periodistas que afirman que las encuestas dependen de quién las paga, están equivocados. Si fuera así, no se ocupen de difundirlas. El colega que dice que las encuestas dan el resultado de quien las paga, es un cínico. No todos odiamos el trabajo que hacemos”, afirma Ricardo Rouvier, de Ricardo Rouvier & Asociados.
La respuesta podría ser tranquilamente para Artemio López, de Equis, quien, sin vueltas, aseguró que quien aparece ganador en una encuesta es el que la pagó (ver aparte). Ante esto, González afirma: “Artemio sabe bien de lo que habla. Por mucho tiempo hizo uso y abuso de esos métodos. El es un encuestador militante. Dentro de lo malo, hay algo meritorio, que es que lo reconoce. Hay otros que lo hacen y no dicen nada”.
No hay dudas. Unos lo hacen y otros no. Pero lo cierto es que todos caen en la misma bolsa. “Estamos en la peor de las situaciones, tanto en lo que respecta a la imagen del gremio como también en lo concerniente a la calidad de las encuestas. Y desde el punto de vista ético, en el peor momento desde el ‘83 para acá. Nunca había habido tanta falta de ética en la publicación de encuestas y en la generación de operaciones como en estos últimos años”, señala Carlos Fara, de Carlos Fara y Asociados.
“La verdad es que cada vez tengo menos ganas de difundir encuestas. Está todo muy deformado. Quizá sea momento de meterse para adentro y que sigan jugando los que quieran jugar. El riesgo es que uno, que hace las cosas seriamente, también caiga en la volteada. Yo soy muy defensora de lo que es la calidad y la ética”, indica, por su parte, Celia Klienman, titular de Polldata.
LA PALABRA DE LOS PROTAGONISTAS
ANALIA DEL FRANCO ANALOGIAS
-¿Por qué tanta diferencia entre las encuestas?
-En ocasiones se comparan encuestas nacionales realizadas en localidades de menos de 20 mil habitantes con otras hechas en las principales ciudades. Claro que está la posibilidad del error, a veces nos equivocamos. Muchos trabajan con IVR o con celulares. Este tipo de sondeos son más rápidos y se llega a sectores a los que antes no se llegaba. Eso también hace que se produzcan errores.
-¿Rapidez es sinónimo de menos certeza?
-No. Que sea más rápido el sistema significa, entre otras cosas, que sea menos costoso, pero no menos efectivo.
-¿Por qué el político que no se ve bien en una encuesta, lo primero que dice es que ésta no es creíble?
-Son artilugios. Las encuestas entran en un mundo de opiniones sesgadas. Nosotros siempre tenemos que tratar de defender que la metodología sea buena y rigurosa.
-¿Hay muchas más encuestas que en otras previas electorales?
-Sí. Ahora hay muchas más metodologías y sondeos más sencillos, que no necesariamente tienen un trabajo exhaustivo. Hay otros que se largan simplemente para saber cómo está determinado candidato en lo que respecta a la imagen o la intención de voto.
ROBERTO BACMAN, CEOP
-¿Por qué tanta diferencias entre las encuestas?
-Hay muchas cosas para analizar. Una encuesta es un instrumento de aproximación, no una bola de cristal. Pero, en general, las encuestas coinciden. Podemos diferir en si la imagen positiva de Cristina está en 43, 45 o 50 por ciento, pero todas coinciden en que ha crecido. Todas las encuestas coinciden en que el FpV es el partido más votado de cara a las PASO.
-Hay encuestas que dan al PRO como el partido más votado.
-Yo no vi eso, al menos de encuestadoras serias.
-¿Hay encuestadoras serias y no serias?
-Hablo de las que yo conozco, de las que están hace mucho tiempo. Las encuestas que yo vi van en la misma dirección que las que he hecho yo; pero, por supuesto, siempre aparecen encuestas extrañas.
-¿Molesta que se diga que la encuestadora da como ganador al cliente?
-Sí, es molesto; pero no es cierto. A veces he callado un resultado porque el cliente no aceptaba verse como perdedor. Cuando me equivoqué, me equivoqué, lo asumo. Nadie está exento de cometer un error.
ARTEMIO LOPEZ, EQUIS
-¿Por qué tanta diferencia entre las encuestas?
-Depende de quién las pague. La editorial de un medio va a favorecer a quien lo patrocine.
La encuesta es una herramienta para construir una opción política e instalar candidatos, como cualquier otra.
-No está bien que sea así...
-En la industria farmacéutica, cuando se hacen estudios de este tipo, en la ficha
técnica se anota que fue patrocinado por tal laboratorio, y se agrega que el laboratorio tiene la droga que el estudio está investigando. Las encuestas tendrían que aclarar quién las paga y cómo se financian.
ROSENDO FRAGA, NUEVA MAYORIA
Las encuestas se han transformado en un campo de batalla de la política, y esto explica el porqué de los datos diferentes. Las encuestas telefónicas con el sistema IVR han permitido abaratar mucho los costos. Un sondeo por este medio implica una inversión cinco o seis veces menor que las encuestas presenciales. Pero el costo es menor precisión, sobre todo en los sectores más populares. A ello se agrega que no se están cumpliendo los compromisos asumidos ante la Cámara Nacional Electoral, de transparentar quién ha encargado la en-cuesta, cuando se la publica.
RAUL ARAGON, RAUL ARAGON Y ASOC.
-¿Por qué hay tanta diferencia entre las encuestas?
-Hay que diferenciar entre encuestadoras y operadores de prensa. Hay muchos encuestadores que le permiten al candidato modificar los números a su favor. Eso, obviamente, genera una diferencia con los números de aquellos que no lo hacemos. Otra dificultad pasa por el empate técnico. Ahí los números se vuelven muy dudosos. Yo tengo casi tres puntos de diferencia para Michetti, pero tranquilamente podría ser al revés.
-¿Cómo se hace para saber que un encuestador está haiendo una operación de prensa?
-Tenés que mirar el historial de esa encuestadora. En la última encuesta de las legislativas anteriores, Poliarquía tenía un empate técnico entre Massa e Insaurralde, cuando la diferencia fue del 14 por ciento.
-¿Por qué se cambian los números?
-El candidato tiene que mostrarse ganador. Un candidato que está tercero es muy difícil que consiga recursos, es muy difícil que los empresarios apuesten por él. Por otro lado, otro efecto de ir tercero es el desbande de la tropa de abajo, los punteros de barrio, concejales.
JULIO PIZETTI, DATAMATICA
-¿Por qué tantas críticas a las encuestas?
-En 678 se dedican a quitar credibilidad a las encuestas. Se trata de instalar que las encuestas no pronostican el resultado de la elección. Es parte de una campaña. Si el proceso avanza y el oficialismo no aparece ganador, quitarles credibilidad a las encuestas es negocio para ellos.
-¿Usted dice que se trata de una campaña lanzada por el Gobierno?
-Sí. No había visto algo tan sistemático.
-¿Los metódos generan diferencias?
-La domiciliaria es la más precisa. Es la única en la que creo. La de IVR no funciona, deja afuera a quienes no tienen teléfono.
-¿Se tocan las encuestas?
-Tenemos 26 años en el mercado, trabajamos en toda Latinoamérica y nunca hemos
cambiado un número a una encuesta.
CARLOS FARA, CARLOS FARA Y ASOCIADOS
-¿Por qué se dan tantas diferencias entre las encuestas?
-En primer lugar, la diferencia pasa por lo metodológico. Hay muchas encuestas de las que circulan que son realizadas de manera telefónica. Hay que tener en cuenta que en nuestro país, el 40 por ciento de los hogares no tiene teléfono fijo, y eso sesga. Por el perfil de los votantes favorece más a Macri que a Massa y a Scioli. También hay muchas encuestas que son con el sistema IVR, que son las más baratas pero las más imprecisas. Y en general no se aclara que son con IVR, sino que se dice que son telefónicas.
-El que gana, ¿paga?
-No, a eso lo niego absolutamente. Los que dicen eso son delincuentes. Por supuesto que pasa, pero decirlo es lo mismo que decir que todo el mundo lo hace.
-¿Habría que a aclarar por quién fue encargada la encuesta?
-La ley lo obliga cuando se trata de encuestas que se publican en período de campaña. Desde 2011 hay que declararlo ante la Cámara Nacional Electoral. Yo no tengo problema en decir quién pagó la encuesta, pero no sé si ayuda a la credibilidad. Si digo que la encuesta la pagó “x” candidato, van a salir a decir que da bien, en caso de que sea así, porque la pagó ese candidato.
MARIEL FORNONI, MANAGMENT & FIT
-¿Por qué se dan tantas diferencias entre las encuestas?
-Me parece que es más lo que se dice que lo que hay. No veo que haya tanta diferencia. A nivel nacional hay una cierta polarización entre Macri y Scioli.
-¿Una encuesta realizada por teléfono puede difererir mucho de una domiciliaria?
-Sí, hay diferencias. En el GBA se nota mucho. Hay segmentos de gente a los que no llegás solamente con una encuesta telefónica. Después, cada uno busca las metodologías que le parecen más pertinentes. Si hacés domiciliaria solamente, a la hora que hay gente que trabaja en una casa es raro que te abran la puerta. Cuando vos vas a una hora en la que te abren, te queda sobrerrepresentado el segmento de amas de casa y jubilados. No se puede ir a las 7 ni a las 21. Hay que buscar distintas metodologías. Una puede ser la “puntos contaminados”, como puede ser una estación de tren. Además se le resta importancia a la ficha técnica, y eso está mal. La encuesta es una foto de un momento. Lo que yo digo hoy, en un mes puede ser totalmente distinto.
FEDERICO GONZALEZ, GONZALEZ Y VALLADARES CONSULTORES
-¿Por qué se dan tantas diferencias entre las encuestas?
-En primer lugar hay que hablar del margen de error, que últimamente se está manejando en tres puntos. Otra cuestión es la metodología que se utiliza; una es la telefónica, y otra es la presencial. Uno, como encuestador, no podría decir “me da diferente porque yo utilizo una metodología y otro utiliza una distinta”. Se supone que hay que utilizar la metodología adecuada para el fenómeno que uno quiere relevar. Hay que decir que cuando la encuesta es telefónica tenés un sesgo de clase media y quedan submuestradas las clases bajas. Tampoco se puede comparar una encuesta realizada esta semana con una hecha hace un mes. Eso no es responsabilidad del encuestador. Hay otra cuestión con la que tanto los encuestadores como los científicos sociales se hacen olímpicamente los distraídos. Yo te puedo decir que una encuesta tiene un margen de error de más o menos tres, pero cuáles son los supuestos en que eso se basa. Tengo todos los electores en un bolillero, los saco al azar y voy y les pregunto. Pero eso no tiene nada que ver con la realidad. La gente está dispersa en medios geográficos heterogéneos. Ahí ya tenés un problema que está más allá del margen del error. y hay que tener en cuenta el error de no respuesta. La gente que responde encuestas es diferente de la gente que se niega.
JUAN GERMANO, ISONOMIA CONSULTORES
-¿Cuán importante es la metodología a la hora de hacer una encuesta?
-Las metodologías son una forma de alcanzar a leer la opinión pública. Enamorarse o ser extremista, siempre es malo. Las metodologías tienen pros y contras muy claros. Ninguna es perfecta. Es cuestión de entender el distrito, el momento, y en base a eso trabajar con distintas metodologías. Sabido es que la encuesta telefónica tiene un sesgo muy claro. Los sectores socioeconómicos más bajos tienen menos posibilidad de tener teléfono. En cambio, es muy difícil acceder con una encuesta presencial a gente que vive en barrios privados y countries.
CELIA KLEIMAN, POLLDATA
-¿Por qué tantas diferencias entre las encuestas?
-Hacer encuestas no es solamente preguntarle cosas a la gente. Hay un know how (saber cómo hacerlo) para el tratamiento de los datos. No sé si todas las consultoras están calificadas para hacer encuestas. Son pocas las carreras que habilitan. Una es la Sociología, y la otra podría ser Ciencias Políticas.
-¿Hay muchos que no tienen esa formación?
-Hay muchos que hicieron un cursito de opinión pública de tres meses y se creen que son encuestadores o consultores. A la profesión hay que darle el nivel que siempre ha tenido, y que debería seguir teniendo.
HUGO HAIME, HUGO HAIME Y ASOCIADOS
“No hay ningún estudio internacional que muestre que porque usted publica una encuesta que diga que un candidato va a ganar, eso se cumpla”, señala Hugo Haime. Aunque agrega que “hay colegas que lo hacen”, que cambian los números.
El titular de Hugo Haime & Asociados destaca que el porqué tiene que ver con “una creencia basada en la teoría de la espiral del silencio: se cree que la gente cambia su opinión de acuerdo con lo que le dice el medio. Otra es que la gente va detrás del carro ganador. Hay muchos dirigentes políticos que creen en estas teorías y se enojan a veces con los encuestadores porque no cambian los números”.