30 de marzo de 2016
MEDIOS DE COMUNICACIÓN
'Charlie Hebdo': tapa polémica sobre los atentados de Bruselas
La página muestra a un conocido músico belga preguntado dónde está su padre y le contestan diferentes miembros.
La revista satírica francesa "Charlie Hebdo", atacada por yihadistas en enero de 2015 por sus irreverentes caricaturas de Mahoma, ha preparado esta semana una controvertida y polémica portada sobre los atentados de la semana pasada en Bruselas, en los que murieron 32 personas.
"¿Papá, dónde estás?", dice en un bocadillo el conocido músico belga Stromae sobre un fondo con la bandera belga, rodeado de piernas y brazos mutilados que contestan: "Aquí", "también aquí", "y aquí".
La portada, que incluye una pequeña leyenda en la que puede leerse: "Bélgica, desorientada", juega con la letra de la canción que Stromae le dedicó a su padre, desaparecido en el genocidio de Ruanda en 1994.
La revista no renunció a su humor negro ni cuando los yihadistas mataron a su director, Stéphane Charbonnier, "Charb", y a varios de sus dibujantes de referencia, como Jean Cabut, "Cabu"; Georges Wolinski, "Wolinski" o Bernard Verlhac, "Tignous" y a otros colaboradores de la redacción.
"Cuando los atentados contra #CharlieHebdo, 1 millón de franceses estuvieron en la plaza de la República por la libertad de expresión. Déjenlos expresarse", lanzó, por ejemplo, un usuario en Twitter identificado como "15 abril".
Otros se han sentido ofendidos por el punzante humor de la publicación y reivindican que "la libertad de expresión no requiere necesariamente ser vulgar e irrespetuoso", como escribió en su cuenta de Twitter la internauta Zélie Gavillet, mientras que otros contraatacaron con ironía.
"Está bien la portada de Charlie Hebdo. Me reafirma aún más en mi convicción de que está a la altura de la prensa del corazón", lanzó en un tuit Lyli Fox Jones, otra internauta.
En Bélgica, varios medios de comunicación criticaron la falta de sensibilidad de Charlie Hebdo, entre ellos el diario Le Soir, que critica cómo la revista francesa "golpea duro" a un país que se halla entre la conmoción y la desconfianza hacia su gobierno y las autoridades policiales belgas tras el mayor atentado que ha sufrido.