La Tecla
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Suele decirse que el invierno no es el mejor aliado de las dietas ya que es cuando más
ingesta calórica tenemos. Sin embargo, el verano tampoco lo es: los días se extienden, el
calor se vuelve intenso y las picadas son una tradición post pileta.
La Tecla dialogó con la Licenciada Julia Cingolani que nos dio algunos tips para poder
darnos esos gustos sin perder la línea ni poner en juego la salud.
- ¿Cómo se puede hacer una picada saludable?
Hay que reemplazar los snacks, que es lo más salado y lo que más contenido graso tiene,
por opciones como pochoclos, frutos secos, maníes o los snacks saludables que venden
en dietéticas que vienen de distintos sabores. También se pueden hacer tostadas o
grisines con palta, pasta de garbanzos, o bastoncitos de apio o zanahoria con algún
queso. Y esporádicamente, pueden incorporase los quesos más duros, el jamón cocido
natural o pastrón.
.¿Cómo hacemos con el pan?
Lo mejor es recurrir a los integrales porque tienen la cáscara de grano entonces hace que
nos dé más saciedad, pero un pan blanco casero tampoco está mal. Tostarlo es una
estrategia para que se vuelva crocante y dé saciedad.
- ¿Cuántas calorías debe ingerir una persona a diario y cuántas incorpora en una
picada tradicional?
Las calorías diarias varían en cada individuo. El promedio es de 2000. En una picada se
ingieren aproximadamente entre 500 y 600 calorías en menos de una hora. Hay que tener
en cuenta que, al buscar una opción saludable, no solo bajamos la cantidad de calorías,
sino que reducimos el contenido graso que es nocivo para la salud.
-¿Hay alguna clave?
Cuidar la porción: se puede separar en una compotera individual lo que voy a comer
porque eso me define la porción.
Tapas para niños: buscar los colores y sabores más aceptados
Las picadas saludables suelen no resultar atractivas para los más chicos, sin embargo
existen algunas estrategias para que estas propuestas no sean rechazadas en primera
instancia. Al respecto, la nutricionista explica: “Hay que buscar los colores y sabores más
aceptados e ir introduciendo ‘las verduras más raras’ de a poco. Incluso se pueden hacer
versiones divertidas de comidas y camuflar aquellos alimentos que generan cierto
rechazo”.
Consultada por algunas ideas, detalla: “Hay que empezar con lo más fácil, con lo de
consumo general como pueden ser tomates, aceitunas en agua verdes y negras, o papas
al horno combinadas con una pasta de queso cheddar y untable descremado. Yo
acostumbro a recomendar el pollo rebozado con avena símil patitas de pollo. Hacerlas a
caseras y al horno es una gran opción para que sean más saludables. Y también se
pueden hacer brochette de tomatitos cherry, con queso port salud y una hojita de
albahaca”.
¿Y para beber?
Reemplazar las bebidas espirituosas es imposible, pero hay algunos tips para
cuidarse y disfrutar: “Una opción saludable es la limonada, un jugo de frutas o una
soda. En el caso de bebidas alcohólicas, aconsejo acompañar los aperitivos con jugos
o gaseosas cero azúcares; elegir las cervezas con menos calorías que son las vienen
en botella línea verde, o tomar una copa de vino que está perfecto”.