Manual del Perfecto Infiel
¿Has sido infiel alguna vez y te descubrieron? o ¿dudas de la fidelidad de tu pareja?. En general, el comportamiento y los hábitos que un hombre adquiere cuando son infieles despiertan cierta curiosidad en la pareja y esto puede llegar a ser muy peligroso.
La infidelidad también tiene sus reglas. Para mentir, reza un dicho, hace falta una muy buena memoria. Mentir, dependiendo de cómo se haga, puede llegar a ser un arte.
Engañar a la pareja es tarea difícil. El o ella conocen del otro cada movimiento, cada rutina, cada estado de ánimo, cada olor... Por eso, te contamos qué hay que tener en cuenta para no ser descubierto en una infidelidad:
Regla N° 1. Al perfecto infiel sólo se le permite enamorarse de su esposa, mientras está casado.
El experto quiere con todas pero sólo ama a su esposa. Es poco profesional en un infiel enamorarse de la amante.
Regla N° 2. El perfecto infiel nunca debe tener un affaire o una amante en su círculo familiar o social.
Si sucediera que se le insinuara alguien de ese círculo al infiel, éste debe hacérselo notar a su esposa, demostrarle que él es incapaz de traicionarla y menos tratándose de sus amigas o gente ligada a ella. Regla N° 3. El perfecto infiel debe dedicar todo el fin de semana a su familia. El infiel que inventa compromisos constantemente los sábados o domingos, puede hacer sospechar a la esposa la existencia de una amante.
Regla N° 4. El perfecto infiel nunca debe alquilar un departamento, cuarto o habitación para sus encuentros amorosos. No debe dar lugar a que ella exija al infiel el quedarse a dormir e incluso que nadie lo despierte si están juntos hasta pasada la medianoche.
Regla N° 5. El perfecto infiel no debe alterar sus horarios, sus costumbres, su rutina diaria, a la que ya acostumbró a su esposa. El perfecto infiel si cambia de costumbres o de horarios es un indicio que puede despertar sospechas. Es aconsejable establecer un horario para las aventuras, dentro de las horas habituales de sus actividades (laborales, deportivas, etc).
Regla N° 6. El perfecto infiel nunca cita a su amante en lugares públicos.
Esta regla debe aplicarse aunque se encuentren lejos de sus respectivos barrios. También están prohibidas las caricias, los besos y otros gestos afectivos en público. Nunca se sabe qué ojos abdan ocultos en la muchedumbre.
Regla N° 7. El perfecto infiel no deja huellas.
Nada de recuerdos materiales de ningún tipo. El perfecto infiel deja que los recuerdas sólo sobrevivan en su mente. No escribirse cartas, ni notas... todo lo escrito es comprometedor; tampoco intercambiar fotografías.
El perfecto infiel no utiliza su tarjeta de crédito y exige evitar el uso de perfumes. Tras el encuentro clandestino, el perfecto infiel realiza una inspección cuidadosa sobre posibles huellas: revisa cada uno de los bolsillos o los bolsos, y que no queden restos de cabello o make up en algunas de las prendas de vestir.