31 de diciembre de 1969
Informe
Impacto del conflicto agrario en el sistema bancario
La falta de acuerdo entre los ruralistas y el Gobierno por una nueva política agropecuaria provoca cimbronazos en la banca nacional y provincial que van desde cheques rechazados hasta mermas en la toma de créditos
Incremento de los depósitos a plazo fijo en bancos de Uruguay, cancelación de pedido de créditos en entidades financieras argentinas y una seguidilla de cheques rechazados e interrupción en la cadena de pagos del sector agrario, oscilan en el filo del rumor especulativo y la realidad financiera surgida a partir del conflicto con el campo.
Gustavo Marangoni, director del Banco Provincia, entidad que contempla el 70 por ciento de la capacidad crediticia de la provincia de Buenos Aires, reconoció que si bien no notaron, hasta el momento, un incremento en el número de morosos, sí registraron un impacto importante en los negocios concertados antes del inicio del conflicto.
Según explicó, en la Expoagro realizada en marzo de este año, “el banco había concertado negocios e inversiones con el sector agropecuario por 100 millones de pesos, sobre todo en las líneas de adjudicación anticipada y leasing (destinada a la compra de maquinarias y tecnología), y hoy sólo se concretaron movimientos por 12 millones”, y agregó: “Consideramos que del resto, el 50% está en proceso de realización, y un 35% habría desistido influenciado por el problema del campo”.
Desde Banco Nación, si bien estimaron que “el volumen de crédito no presenta anormalidades y que ninguna persona cae gratuitamente en mora”, reconocieron que sí puede haberse visto afectado el sector comercial vinculado al agro. “Esto porque mucha gente que vende maquinaria o insumos para el campo extendió cheques que pensaba cubrir después con las ventas que, por la situación que viven los productores, no se concretaron”, informaron.
En este marco sostuvieron que “existe un paro de los ruralistas, pero no una parálisis en la producción. De repente, por el momento no se puede comercializar, pero esto no indica que los productores se suiciden por el paro o dejen de desatender una obligación”. Finalmente aclararon que si existe alguna desaceleración provocada por el conflicto agrario, recién podrá medirse en el tercer trimestre de 2008.
Por su parte, Pablo Orsolini, vicepresidente de Federación Agraria Argentina (FAA), afirmó que “en muchos lugares se vio cortada la cadena de pagos, sobre todo en el sudoeste de Santa Fe y Entre Ríos, donde la producción es nula”. Orsolini concluyó que “a muchos productores también les rechazaron cheques por cuentas al descubierto. Lo que se evidencia es un problema financiero, no económico, y el sector que más está sufriendo esta recesión es el de comercialización de maquinarias”.
La huida bancaria
Según el comunicado emitido por el presidente del Banco Provincia, Guillermo Francos, “en la Argentina no hay ninguna crisis financiera, y las entidades bancarias tienen absoluta solvencia”, por lo que “pretender asimilar la actualidad con la crisis del 2001-2002 es irracional y absurdo”.
“La corrida bancaria, por llamarlo de alguna manera, que se dio la semana pasada responde al ruido político, percepción de la gente y especulación de algunos sectores que se benefician con el caos”, informaron desde Banco Nación. “Esta semana seguramente habrá un rebote en los bonos que más bajaron, y volverá a disminuir la tasa de interés, más teniendo en cuenta los titulares de los diarios que hablan de un inminente fin del problema del campo”, estimaron.
En tanto desde Carbap, Alfredo Rodes consideró que en los pueblos del inte-rior el sector agropecuario está atrave-sando una fuerte recesión que se manifiesta en “el corte de la cadena de pagos, que los mismos comerciantes están aguantando para no rechazar cheques, y en la huida bancaria que se dio la semana pasada, cuando los productores que estaban en condición de ahorristas cambiaron los plazos fijos por otro tipo de inversiones”.